sábado, 23 de marzo de 2013

Slow City, la ciudad del placer.




 "La cartografía clara del siglo artístico se elabora con paciencia, en el tiempo lento que resiste las fuerzas de la aceleración" (M. Onfray).

El concepto de slow city surge como una ampliación de la filosofía slow food, un movimiento que nació en Roma como reacción en torno a la multiplicación de locales de comida rápida, dando lugar al desarrollo de prácticas asociadas a la cultura slow sobre la dinámica urbana de la ciudad de Bra, una localidad de 28.000 habitantes, situada entre Turín y Génova, que aplicó y amplió este concepto convirtiéndose en la primera slow city o cittaslow del mundo. Hoy, existen más de 100 ciudades en el mundo que se adscriben a esta nueva filosofía urbana, muchas de ellas agrupadas en la Red Internacional de Slow City.

Resulta interesante comprender que este tipo de "ciudades sin prisa" se enmarcan en prácticas slow life como derivación: una ciudad que crea, rediseña y construye territorios de placer para sus ciudadanos y visitantes a partir de un estilo y filosofía basada en el disfrute. La ciudad del placer es la ciudad post metropolitana que trasciende estructural y morfológicamente la ciudad-metrópoli.

Lo inédito de este tipo de ciudades es que, desde su nacimiento, surgen con un estilo y una dinámica bien marcada, con una identidad muy fuerte que define su propio funcionamiento e incide, a la vez, en los modos de vida adoptados por sus ciudadanos, generando un proceso de retroalimentación permanente entre ambos agentes: ciudad y ciudadanos.
En algún sentido, Toni Puig destaca la importancia de crear y materializar oportunidades a fin de pensar el rediseño de ciudad y es allí donde plantea como modelo alternativo la idea de ciudades lentas: "¿ La hiperactividad es la única vital forma de estar y convivir en las ciudades? (...) Algunas ciudades, empezando por el norte de Italia, optan por la ciudad lenta: la ciudad madura. La ciudad donde lo básico está en degustar y sentir la vida plural, diversa, múltiple. Con responsabilidad (...) Ciudades éstas que se conciben y viven de otra manera: con otra calidad de vida más humana. Más sabrosa. Más simple. Para la alegría de vivir y el convivir a cada instante. Sabiéndonos frágiles. Ciudades que están para un rediseño de cambio de época, en la que la libertad, la autosuficiencia, la independencia, la tranquilidad, el placer y la felicidad son el real producto interior limpio. Ciudades éstas, reflexivas. Con futuro."  La ciudad se define y se expresa desde sus modos de vivirla, y es desde allí que Toni nos propone pensar el rediseño de la misma, dando lugar a la regeneración y desarrollo del proceso de marca ciudad.

Podemos concebir y pensar la ciudad del placer como una ciudad hedonista en los términos en que define Michel Onfray el sistema: "El hedonismo se define de modo positivo por la búsqueda del placer, sin duda, pero también de modo negativo como evitación de las posibilidades de displacer". Aquí aparece la idea del buen vivir a pleno, con el mayor goce y felicidad, en función de una mayor y mejor calidad de vida desde una óptica subjetiva, es decir, considerando los deseos, gustos y preferencias de cada individuo. "El saber vivir como un saber ser", en palabras de Onfray, como precepto de las ciudades lentas, a través de lo cual se hace evidente una nueva concepción del tiempo y del espacio, en función de los nuevos modos del vivir que convalidan las slow cities a partir del uso de nuestros placeres.

En general, se viven las ciudades lentas, las ciudades del placer, durante momentos vacacionales o de ocio en los cuales suele mantenerse una dialéctica más equilibradamente intensa con el entorno, abriendo un espacio estelar a prácticas hedonistas que revelan modos distintos de vivir la ciudad. Esta forma de vivir las ciudades se vincula con lo que se conoce como filosofía solar: vacación + celebración + libertad pero también moderación y regeneración existencial.

Uno de los casos paradigmáticos de slow city a nivel local, donde queda reflejada esta nueva dinámica de urbanidad, se ubica en Mar de las Pampas, lugar que adopta esta filosofía socioterritorial desde aproximadamente el año 2004, consolidándose tanto como destino de residencia permanente, así como también por quienes eligen desarrollar modos vacacionales y de ocio distintos bajo está nueva dinámica slow.

Slow City: una nueva forma de vivir las ciudades. ¿Una nueva filosofía urbana?



-Onfray, M. (2007), "La potencia de existir" Manifiesto hedonista, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, pp. 105, 111 y 125.
-Puig Picart, T. (2009), "Marca ciudad" Cómo rediseñarla para asegurar un futuro espléndido para todos, Ed. Paidós Ibérica, Barcelona, pp. 60.






2 comentarios:

Oscar Comes dijo...

un gusto leerte

carolina tkachuk dijo...

Me alegro que te guste el post!! :)
Besos, Carolina.